El ejercicio, además de servir para la desconexión y ponernos en forma, también puede ayudarnos a arreglar dolencias tales como las tendinopatías, que son trastornos del tendón que tienen su origen en diversas causas como el estrés repetitivo, la falta de actividad física o incluso una mala postura. Llegan a ser un obstáculo en nuestra vida diaria, ya que pueden manifestarse con dolor, inflamación y limitación del movimiento.

Aunque resulte contradictorio, mantenerse activo es una actividad altamente recomendada, siempre y cuando el ejercicio esté recomendado y dirigido por un fisioterapeuta que pueda adaptarlo a nuestras necesidades, podemos fortalecer los músculos que rodean al tendón.

Los ejercicios más beneficiosos para tratar las tendinopatías:

  • Ejercicios de fortalecimiento. Llevar a cabo rutinas focalizadas en fortalecer los músculos implicados en el tendón afectado. De esta manera se facilita la recuperación de la zona afectada al ganar fuerza.
  • Ejercicios de estiramiento. La flexibilidad es muy importante, ya que nos hace ser más ágiles. Es por ello por lo que incluir ejercicios que fomenten el estiramiento otorga al tendón una mejora en el movimiento, ya que acelera el proceso de recuperación.
  • Ejercicios de bajo impacto. Practicar deportes que tengan efectividad sin dañar los tendones, como por ejemplo la natación, el ciclismo o el yoga.

Usar la expresión “no tengo tiempo” no es ninguna excusa. Se pueden hacer ejercicios adaptados en base al tiempo del que dispongamos. Ejercicios simples con movimientos específicos unidos a las sesiones de fisioterapia marcan la diferencia en la prevención y recuperación de las tendinopatías.

No podemos pasar por alto fortalecer nuestro cuerpo para prevenir futuras molestias. Por eso desde el equipo de Cuidándote, puedes consultar a nuestros profesionales para que te den las mejores soluciones en función de tus necesidades.