A menudo, la osteopatía se le relaciona con la corrección de problemas musculoesqueléticos, pero su influencia abarca mucho más que eso ya que es una disciplina integral que aborda una amplia gama de problemas físicos y emocionales. Una de las áreas menos conocidas, pero igualmente impactantes es su conexión con el equilibrio hormonal.

Desde el control del metabolismo hasta el estado de ánimo y la reproducción, las hormonas desempeñan un papel vital en la regulación de numerosas funciones corporales. La osteopatía ofrece una perspectiva única y efectiva para abordar los desequilibrios hormonales al trabajar en armonía con los sistemas naturales del cuerpo. Al integrar técnicas manuales, atención personalizada y una comprensión profunda de la anatomía y la fisiología humanas, los osteópatas pueden ayudar a restaurar el equilibrio hormonal y promover una salud integral y duradera.

Favorecer la función glandular

Aunque la osteopatía no trata directamente el sistema endocrino, sí es una disciplina que puede influir en el funcionamiento óptimo del cuerpo para facilitar su autorregulación, ya que los osteópatas consideran que los sistemas musculoesquelético, nervioso y circulatorio interactúan con el sistema endocrino para mantener el equilibrio interno. De esta manera, se puede optimizar la función de los tejidos circundantes. Al reducir la tensión en los músculos y tejidos conectivos cercanos a las glándulas endocrinas, la osteopatía puede mejorar la circulación sanguínea y el flujo linfático, lo que puede favorecer la función glandular.

Es importante tener en cuenta que la osteopatía no sustituye a los tratamientos médicos convencionales para trastornos endocrinos. Sin embargo, puede ser un complemento útil en el manejo integral de estas condiciones al abordar el cuerpo como una unidad en equilibrio. Puedes consultar cualquier dolencia con nuestro osteópata, Roberto Abitbol, quien te proporcionará las herramientas necesarias para trabajar en la recuperación de tu bienestar y identificar el origen de tu malestar.