Revisar el correo por cuarta vez, ir a la nevera, dar un repaso a las redes sociales… Cuando no nos encontramos enfocados, cualquier excusa es buena para posponer tareas importantes, incluso cuando sabemos que son cruciales para nuestro bienestar. La procrastinación afecta hasta al más productivo, pero entender sus raíces y aprender estrategias efectivas puede marcar la diferencia en tu vida.

La procrastinación es el acto de postergar tareas, que a menudo surge de manera inconsciente para evitar emociones desagradables, como el miedo al fracaso o la ansiedad. Comprender estos factores emocionales que nos condicionan es el primer paso para superar este hábito. Para trabajar en este proceso, contamos con los profesionales del servicio de psicología de Cuidándote, quienes pueden ayudarnos a identificar esas emociones que están poniendo freno a nuestra actividad habitual y lograr autogestionarnos de manera eficaz.

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‘Tips’ para evitar la procrastinación

  • Establece metas realistas. Fijar objetivos alcanzables permite experimentar pequeños éxitos motivadores.
  • Dividir las tareas. Esto nos ayudará a abarcar grandes responsabilidades poco a poco para que se conviertan en pequeños retos más manejables y menos abrumadores.
  • Crear el ambiente adecuado. Organiza tu espacio para minimizar distracciones. Un entorno limpio y ordenado aumenta la concentración.
  • Establecer plazos. Asigna plazos realistas para cada tarea y proporciona una estructura temporal. Debes comprometerte a cumplirlos.
  • Lograr recompensas. Celebra tus logros, incluso los más pequeños para reforzar el comportamiento productivo.
  • Escucha activa. Reflexiona sobre las emociones subyacentes que podrían estar contribuyendo a tu procrastinación para abordar el problema de raíz.

La procrastinación es un desafío común, pero no es imposible de superar. Con estrategias efectivas y un enfoque compasivo contigo mismo, puedes recuperar el control y avanzar hacia tus metas. Recuerda que cuentas con sesiones presenciales y on line de psicología para que la falta de tiempo no sea un motivo para procrastinar en tu salud mental