DAYA. PROFESORA DE YOGA
Daya, nuestra nueva profesora de yoga de ‘Cuidándote’, nos cuenta en esta entrevista su manera de enterder la disciplina y cómo sus clases consiguen que podamos valorar todo el potencial que tiene nuestro cuerpo.
¿Por qué crees que el yoga ayuda a los trabajadores de cuidándote?
El yoga ayuda a tener una mayor consciencia de las sensaciones corporales, a ser conscientes de cómo está nuestro cuerpo. Esta ayuda nos llega al tomar consciencia de cómo respiramos, porque la vida diaria nos lleva a tener una respiración superficial. El yoga lo que hace es ampliar la capacidad respiratoria y con eso ampliar la capacidad de escucha de tu cuerpo. Por otro lado, una vez que eres consciente de tu cuerpo, el paso siguiente es cuidarlo. Una manera de hacerlo es con las posturas de yoga, ya que te hacen estar muy presentes en el cuerpo y en la respiración.
¿Qué nos proporciona asistir a una clase de yoga?
Después de una clase de yoga sientes que tienes más espacio mental, porque se ha creado más espacio físico. Desde la autoescucha comprendemos las sensaciones porque son físicas y de ahí entramos en un estado meditativo. Entendiendo que el yoga es una práctica física, ponemos el foco en el interior y en la respiración consciente.
¿Podemos trabajar cada parte del cuerpo de una manera individualizada?
Esta práctica tiene un aspecto que lo diferencia de cualquier otra disciplina y es que trabaja todo el cuerpo de una manera integral. En yoga no se puede trabajar el cuerpo de una manera segmentada, que es lo que nos pasa en la vida diaria. Trabajamos en tener consciencia también en las partes que no vemos. Un buen ejemplo es lo que ocurre con la espalda, que como no la vemos nos encontramos muy desconectados de ella y es un foco de dolor habitual. Tener esta conexión hace que seamos conscientes de los desequilibrios que tenemos en nuestro organismo.
¿Cuáles son los pilares fundamentales del yoga?
Podría decir que la autoconsciencia y la autoobservación desde un trabajo corporal consciente, global, integrado e integrativo. Es la manera de integrar la respiración con la postura. Realizar esto te da espacio y tranquilidad.
¿Es un tema de actualidad el yoga?
Ahora mismo, la neurociencia, desde los últimos veinte años, se está enfocando mucho en estos temas. Se centra en la demostración científica de qué pasa en el cerebro cuando meditas o cuando haces yoga. Por ejemplo, se ha encontrado que cuando realizamos posturas de yoga, cuando meditamos o también cuando hacemos ejercicios conscientes de respiración, lo que estamos haciendo es activar el sistema parasimpático. Ya muchas evidencias científicas y estudios que avalan este hecho.
¿Qué sistemas del organismo intervienen y se benefician cuando realizamos yoga?
El sistema parasimpático, que es el que te lleva a la relajación, a sentir menos agobio, aunque tenga los mismos problemas. El yoga va a estar muy indicado para el manejo de situaciones de estrés por la respiración y autoescucha. Por ejemplo, si en un entrenamiento la profesora me dice: “Escucha cómo tienes los pies” de repente me doy cuenta de cómo están cuando antes no lo sentía porque he puesto el foco en esa zona. Poco a poco llevas a tu vida diaria, se implanta en la vida laboral y en la vida cotidiana.
¿Cómo definirías qué es el yoga?
Es una forma de vida, sin llegar a un punto muy espiritual que es lo que a veces echa atrás del yoga y tampoco es muy gimnástico. Vemos lo espiritual demasiado aburrido lo que hace que nos estresemos y digamos: “Esto no es para mí”.
¿Hace falta ser flexible para hacer yoga?
Todo lo contrario, para hacer yoga solo hay que querer conocerse a uno mismo. Solo es necesario querer estar bien con nosotros mismo. Es como un hábito para el que hay que tener voluntad de querer cuidarse a uno mismo.
¿Cómo motivarías a una persona para empezar a hacer yoga?
Que se diera la oportunidad de programarse unas clases durante un mes, crear un compromiso consigo mismo, de darle una oportunidad al yoga. Como todo en la vida, una cosa que nos desmotiva mucho es no ver resultados inmediatos. No podemos pretender que en el primer día tengamos esa conexión consciente con el cuerpo. Hay que tener constancia con lo que hacemos y no desmotivarnos por no ver resultados los primeros días.
¿Cuántas veces a la semana habría que hacer yoga?
Mínimo una vez a la semana. Lo ideal, dos, ir a la clase de la mañana y la de la tarde sería lo ideal. Aunque solo vayas a una a la semana algo siempre te vas a llevar algo, aunque sea un momento de relajación o un momento de respirar.
¿Y tus clases en qué se dividen? ¿Cómo se organiza una clase tuya de yoga?
Las clases son de una hora. Normalmente, empezamos con movimientos de calentamiento, de articulaciones y de columna vertebral y de ahí ya introducimos la respiración. Una vez hecho el calentamiento, comenzamos a trabajar las articulaciones, la movilidad articular, la movilidad de las articulaciones y la movilidad de la columna vertebral. Todo esto lo hacemos acompañado de la respiración y la consciencia corporal. Y después, hay un trabajo de pie con torsiones, extensiones de la columna, flexiones… Las clases son muy creativas y diferentes, con lo cual, siempre hay un elemento de novedad.
Te recordamos que ahora tenemos clases en horario de mañana y tardes para adaptarnos a todos las agendas. No pierdas la oportunidad de hacer, al menos, una sesión semanal.