La respiración es algo en lo que no nos paramos a pensar, nuestro cuerpo lo hace de forma automática y no necesitamos reflexionar sobre el proceso que estamos realizando para recibir oxígeno. Lo curioso llega cuando descubrimos que llevamos toda la vida respirando mal. ¿Cómo puede ser eso? Esto ocurre porque los ciclos que hacemos no son completos y solo utilizamos el 30% de nuestra capacidad pulmonar, lo que supone dolores de cabeza, fatiga, estrés, tensión en la espalda y falta de estabilidad. Lo primero que hay que saber es que no cualquier respiración vale para todo momento. La respiración es una potente herramienta para poder controlar y dosificar esfuerzos y, también, para gestionar emociones.

La respiración intercostal favorece la expansión de los pulmones, mejora la acción cardiaca y respiratoria, tonifica los músculos y protege la zona lumbar

Entre todas las ventajas que tiene realizar pilates, se encuentra la de aprender a ser conscientes de la respiración, dejar de dar por hecho que nuestro cuerpo lo va a hacer de manera autómata como buenamente pueda. En las clases de pilates de ‘Cuidándote’ los alumnos al principio sienten que deben hacer un esfuerzo consciente y controlado para controlar la respiración, pero el objetivo es que salga sin pensarlo para que el cuerpo y la mente trabajen al 100% de su potencial.

RESPIRACIÓN INTERCOSTAL

Aunque existen diferentes tipos de respiraciones, la más importante de cara a realizar ejercicios de pilates, es la intercostal, que favorece la expansión de los pulmones, mejora la acción cardiaca y respiratoria, tonifica los múculos y protege de la zona lumbar. En esta respiración se inspira por la nariz, abriendo la caja torácica, y se exhala por la boca, procurando mantener contraído el suelo pélvico y el ombligo. La respiración debe ser en todo momento lenta, continua y tiene que acompañar al movimiento que se está realizando.

En pilates debemos ser capaces de realizar esta respiración en las diferentes posturas, que se resumen en:

  • Bipedestación: que es cuando estamos de pie.
  • Cuadrupedia: cuando apoyamos las dos manos y las dos rodillas en el suelo.
  • Tumbados: tanto boda arriba como boca abajo.

Rubén García, profesor de pilates de ‘Cuidándote’, explica que: “En pilates se trabaja la conciencia corporal, la resistencia, la movilidad, la fuerza, se puede trabajar prácticamente todo el cuerpo”. Esto no se refiere solo a los ejercicios sino también a la respiración, que es la gran aliada de este deporte.