El bienestar mental también lo podemos entrenar. Incorporar rutinas que nos aporten serenidad nos ayudará a enfrentarnos mejor a los desafíos diarios y, a medida que las trabajamos, se convertirán en un hábito que mantendrá nuestro equilibrio emocional en plena forma.

Aquí te dejamos algunas de las rutinas que seguro te resultarán beneficiosas. No es necesario adoptarlas todas ni todas a la vez, sino aquellas que se adapten mejor a tus necesidades y preferencias.

Y siempre puedes consultar con nuestra coach Alicia Gómez, cómo integrar aquellas que mejor encajen contigo.

Empezamos por las rutinas más básicas que, aunque sabemos que son esenciales, muchas veces dejamos de lado. Es importante ser disciplinados con ellas, ya que serán la base sobre la que construir nuestros hábitos:

  • Ejercicio regular: El ejercicio regular no solo contribuye a la salud física, sino que también libera endorfinas, neurotransmisores que actúan como generadores de bienestar. Ya sabes que en Cuidándote tienes muchas opciones para elegir la actividad que más te guste y contribuir a tu equilibrio mental.
  • Descanso y sueño de calidad: No dormir ni descansar adecuadamente afecta enormemente a nuestro estado de ánimo y a la energía que tenemos para afrontar las actividades del día. Por lo tanto, un sueño adecuado será primordial para el bienestar mental.  Para ello, debemos reservar las horas adecuadas para el sueño, no menos de siete, y que esta rutina sea regular. Crear un ambiente propicio para el descanso, en un espacio relajado que invite al descanso, y evitar dispositivos electrónicos antes de dormir contribuyen a un sueño reparador, permitiendo que la mente se recupere y revitalice.
  • Tiempo al aire libre: La naturaleza tiene un impacto positivo en nuestro bienestar mental; así que, siempre que puedas trata de pasar un rato al aire libre, ya sea dando un paseo o simplemente disfrutando de un picnic, te proporcionará una pausa revitalizante entre las actividades del día a día.
  • Relaciones Sociales: Cuídalas y aliméntalas todo lo que puedas porque son el oro del bienestar emocional. Cultivar relaciones significativas, ya sea con amigos, familiares o colegas, proporciona un apoyo fundamental. Programa tiempo para actividades sociales, incluso en entornos virtuales, ya que esto contribuye a la sensación de pertenencia y reduce la sensación de soledad.

Una vez establecidas estas rutinas, podemos incorporar otras adicionales que nos ayudarán a incrementar nuestra paz mental. Por ejemplo:

  • Desconexión digital: En nuestro mundo hiperconectado es crucial establecer límites. Reservar momentos de desconexión digital, especialmente antes de dormir, nos ayudará a dejar que la mente descanse de los constantes estímulos digitales que recibimos durante todo el día y nos permitirá dedicar más tiempo a otras actividades alejadas de las pantallas.
  • Aprendizaje continuo: El cerebro se beneficia del aprendizaje. Ya sea a través de la lectura, la adquisición de nuevas habilidades o la participación en cursos sobre materias que nos interesan profesional o personalmente, podemos estimular la mente y disfrutar del sentimiento de crecimiento personal que nos proporcionará.
  • Práctica de mindfulness: Dedicar tiempo diario a la atención plena puede ser un poderoso antídoto contra el estrés. Ya sea a través de la meditación, la respiración consciente o simplemente prestando atención plena a las actividades diarias, esta práctica ayuda a estar presente en el momento, disminuyendo considerablemente la sensación de ansiedad.
  • Realizar una actividad creativa: Escribir, pintar, tocar un instrumento musical, bailar o cualquier otra actividad creativa, nos proporciona un momento de conexión con nosotros mismos que nos ayuda a nutrirnos personalmente. No hace falta ser excelente en la materia, sino simplemente disfrutarla y ser pacientes con nuestra propia evolución.

Como en todos los procesos en los que vamos a incorporar nuevos hábitos, es importante ponerse objetivos realistas y alcanzables, ya que esto nos proporcionará la satisfacción del logro, que nos motivará para ir hacia nuevas metas más ambiciosas. La clave está en el compromiso constante con pequeñas prácticas que fomenten la salud mental, construyendo así una base sólida para enfrentar los desafíos de la vida con serenidad y equilibrio emocional.

Si ya te has convencido de las bonanzas de adquirir rutinas, pero no sabes cómo afrontarlas, te animamos a que confíes en el servicio de psicología de Cuidándote, para organizar tus ideas y poder abordar un plan de acción.