Desmontar el mito de que después de una sesión de fisioterapia se sale con más dolor es crucial para entender los beneficios reales de esta práctica. Aunque es posible tener cierta incomodidad temporal debido a la manipulación de tejidos y músculos tensos, este malestar es leve y pasajero, ya que la fisioterapia alivia el dolor, mejora la movilidad y promueve la recuperación a largo plazo. Además, los fisioterapeutas adaptan las técnicas y la intensidad del tratamiento según las necesidades individuales de cada paciente, garantizando una experiencia segura y efectiva.
DESMONTANDO CREENCIAS
- Naturaleza de la lesión y su tratamiento: Está claro que no todas las lesiones son iguales. La fisioterapia se enfoca en técnicas diseñadas específicamente para reducir el dolor, como masajes terapéuticos, estiramientos, aparatología y modalidades como la terapia de calor o frío.
- Técnicas utilizadas: Las técnicas que emplean los fisioterapeutas pueden provocar algo de molestia, pero eso es algo muy normal, ya que esa zona está afectada y se debe tratar la lesión para eliminarla.
- Respuesta del cuerpo: Al realizar estos tratamientos, el cuerpo de cada persona puede responder de diferentes formas. Una de ellas, es una respuesta inflamatoria producida al contacto que se realiza durante la sesión, y la otra es la adaptación muscular, y esta se produce cuando esos músculos no están acostumbrados a moverse o ejercitarse, lo que da lugar a una molestia que en pocos días se pasará.
- Fortalecimiento muscular: Los ejercicios de fisioterapia fortalecen los músculos y las articulaciones, lo que a su vez puede reducir el dolor al mejorar la estabilidad y el soporte estructural del cuerpo.
- Liberación de endorfinas: La actividad física y los tratamientos fisioterapéuticos pueden estimular la liberación de endorfinas, que son los analgésicos naturales del cuerpo.
- Monitoreo profesional: Los fisioterapeutas monitorean la respuesta del paciente al tratamiento y ajustan las técnicas según sea necesario para minimizar cualquier malestar.
Aunque, después de una sesión de sesión de fisioterapia, puede haber cierta incomodidad temporal debido a la manipulación de áreas tensas o lesionadas, esta es generalmente una parte normal del proceso de curación y mejora progresiva, no un signo de empeoramiento. Confía en los profesionales de San Antonio y Jesús y recupera tu movilidad y bienestar.