¿Te has despertado sintiendo cansancio, con la espalda rígida y dolorida? No eres una excepción. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el dolor de espalda es una de las causas más comunes de discapacidad por su acción limitante para realizar tanto actividades laborales, como personales y de ocio. Un descanso de calidad es esencial para elevar y asegurar la productividad del día a día, pero dormir bien no solo es una cuestión de tiempo, sino de hacerlo de una manera que promueva la salud de todo nuestro cuerpo, sobre todo la de nuestra espalda que protege en su interior el sistema nervioso, encargado de controlar todas las funciones y sistemas del organismo. 

Una mala postura al dormir o un colchón inadecuado pueden contribuir a dolores y problemas de espalda. Guarda este post, porque aquí te ofrecemos consejos esenciales para cuidar tu espalda mientras duermes y asegurarte de que, al amanecer, estés listo para  enfrentar el día.

Una manera de dormir para cada necesidad

  • Duerme en posición fetal, de lado y con una almohada entre las rodillas: Tu columna vertebral se mantendrá alineada. Una almohada entre las rodillas reduce la presión en la parte inferior de la espalda y previene la rotación de la pelvis.
  • Duerme boca arriba con una almohada bajo las rodillas: Ayudará a distribuir tu peso uniformemente y a reducir los puntos de presión al mantener la curva natural de tu columna y disminuir la tensión en la zona lumbar.
  • Evita dormir boca abajo: Esta posición puede forzar la curva natural de la columna y causar tensión en el cuello y la parte baja de la espalda. En caso esta sea la única forma en la que puedes conciliar el sueño, coloca una almohada delgada debajo de tus caderas y abdomen para reducir la presión.
  • Mantén la columna alineada: Asegúrate de que tu cabeza, cuello y columna vertebral estén alineados y en una posición neutral. Evita almohadas demasiado altas o bajas que puedan torcer el cuello.
  • Hacer estiramientos antes de dormir: Incorpora una rutina de leves estiramientos antes de acostarte para relajar los músculos y mejorar la flexibilidad, lo que puede ayudar a prevenir dolores al despertar.

¿Cómo elegir el colchón adecuado?

Es importante tener en cuenta factores como la firmeza, el material y la durabilidad del colchón. La firmeza ideal depende mucho de la posición en la que se duerme. Si duermes de lado, un colchón de firmeza media puede proporcionar un mejor soporte. Mientras que para quienes descansan boca arriba, se recomienda un colchón de firmeza media a firme.   

En cuanto al material, la elección dependerá de las necesidades específicas de cada persona, pero un buen colchón debe durar entre 7 y 10 años por lo que es interesante invertir en alta calidad para que mantenga su soporte a lo largo del tiempo.

La elección de la almohada también es clave, ya que la altura de esta debe mantener tu cabeza alineada con la columna. En cuanto al material, ten presente que las almohadas de espuma viscoelástica o de látex se adaptan a la forma de la cabeza y el cuello. En caso de que apuestes por almohadas de plumas deben ser lo suficientemente firmes para no perder forma rápidamente. Y no olvides cambiar tu almohada cada uno o dos años. 

Al cuidar estos aspectos, podrás disfrutar de un sueño reparador y despertar libre de molestias. Para recibir consejos más personalizados de fisioterapeutas especializados, reserva tu plaza en la siguiente cita de nuestra Escuela de Espalda, que será el próximo día 25 de julio.

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