Embarazo y ejercicio sin duda son buenos aliados. Mantener una actividad física moderada en la etapa prenatal reduce el riesgo de sufrir complicaciones asociadas al embarazo, algunas importantes como la preeclampsia, la diabetes gestacional o la trombosis. También ayuda a controlar el aumento de peso, mejora la funcionalidad motora, reduce los niveles de disnea y la aparición de lumbalgia y afecta positivamente al estado de ánimo y el humor. Eso sí, es importante realizar un ejercicio adecuado a las condiciones de la mujer embarazada.

Entre los ejercicios que se recomiendan para la etapa gestacional, está el yoga, ya que es una actividad de bajo impacto, mejora la postura corporal, que tan alterada se ve en esta época, y tiene múltiples beneficios también a nivel emocional.

Así que si estás embarazada, no dudes en apuntarte a las clases de yoga de Cuidándote. Nuestra profesora Daya Moya, te dirá exactamente qué asanas puedes hacer y cómo realizarlas.

Porque, efectivamente, no todas las posturas y ejercicios de yoga son adecuados para mujeres embarazadas, así que es importante contar con un profesional que te asesore y te vaya guiando.

Por ejemplo, no es recomendable hacer asanas en las que se esté tumbada sobre el vientre, ni aquellas que conlleven una flexión abdominal o dependan de la fuerza de esta parte central del cuerpo y ejerzan presión sobre ella. Asimismo, también hay que tener cuidado con las posturas invertidas para evitar mareos y caídas y con las que requieran contener la respiración, ya que las mujeres embarazas deben practicar yoga siguiendo el ritmo respiratorio natural.

Huelga decir que el cuerpo de una mujer gestante está atravesando un periodo excepcional, con numerosos cambios que irán sucediendo mes a mes. Por ello, es esencial adaptar todas las asanas a la etapa concreta del embarazo en la que se encuentra la mujer. Los beneficios que podrá obtener de esta práctica son muy variados, como la mejora de la flexibilidad y la fuerza de los músculos necesarios para el trabajo de parto, la preservación de la agilidad o el aumento de la conexión con el propio cuerpo, algo realmente importante en este periodo tan especial. La reducción del estrés, la mejora de posibles estados de ansiedad y el aumento de la confianza en el propio cuerpo son también beneficios relevantes, que ayudarán a la mujer a disfrutar más de su embarazo y estar mejor preparada para el parto y posterior recuperación.

Así que si te lo estás pensando, ¡no dudes más! Te esperamos en nuestras clases de yoga.