¿Sabías que los kiwis pueden ayudar a dormir mejor? Un estudio encontró que comer dos kiwis una hora antes de acostarse mejoraba la calidad del sueño en adultos con insomnio. Adoptar una dieta balanceada, rica en nutrientes que promuevan el sueño y evitar los estimulantes antes de ir a la cama, puede marcar una gran diferencia en la calidad de tu descanso. Así que, la próxima vez que tengas problemas para dormir, echa un vistazo a tu plato: ¡tu sueño te lo agradecerá!

La calidad del sueño puede verse afectada por muchos factores y es algo que no debemos descuidar, ya que dormir bien es fundamental para nuestra salud y bienestar general. Un buen descanso mejora la memoria, el estado de ánimo y el rendimiento físico y mental.

Sin embargo, muchas personas no logran descansar adecuadamente y tardan en conciliar el sueño, sin saber que una de las principales razones puede ser la dieta. Lo que comemos y bebemos tiene un impacto significativo en nuestra capacidad para conciliar y mantener el sueño.

Hábitos de tu alimentación que te ayudan al descanso:

  • Realiza una cena ligera y balanceada: Evita las cenas pesadas. Opta por comidas que sean fáciles de digerir. Un plato que incluya proteínas magras, verduras y carbohidratos complejos pueden ser una excelente opción.
  • Incorpora en tu dieta alimentos ricos en triptófano: Añade alimentos como pavo, pollo, plátanos, nueces, semillas y tofu a tu dieta. Estos alimentos pueden ayudar a aumentar la producción de serotonina y melatonina, promoviendo un mejor sueño.
  • Consume alimentos con magnesio y calcio: Si quieres comer un snack antes de dormir, busca que sea algo ligero y que combine ambos nutrientes. Por ejemplo, un vaso de leche tibia con un puñado de almendras, puede ser una buena idea.
  • Bebe infusiones relajantes: Las infusiones de hierbas como la manzanilla, valeriana o lavanda son conocidas por sus propiedades relajantes y pueden ayudar a preparar tu cuerpo para el sueño.
  • Evita comidas y bebidas estimulantes: Limita la ingesta de cafeína y alcohol, especialmente en las horas previas a acostarte. Aunque el alcohol puede hacerte sentir somnoliento, puede interrumpir los ciclos de sueño durante la noche.

Recuerda que hay otros hábitos que pueden ayudarte a dormir mejor; mantener una rutina de sueño consistente, es decir, acostarte y levantarte todos los días a la misma hora, y tener un ambiente adecuado para dormir complementarán estos hábitos alimenticios. Si a esto le sumas una actividad física regular, podrás lograr el sueño profundo y reparador que necesitas para enfrentar cada día con energía y vitalidad.

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