Estás en tu esterilla, respirando profundamente, tratando de encontrar un balance entre tu cuerpo y tu mente, realizando las posiciones que nuestra monitora Daya Moya te indica,  cuando de pronto en el fondo suena melodía que te transporta a un lugar de paz y serenidad. Eso es lo que una buena elección de música relajante puede hacer por ti.

La música es un componente importante en toda actividad física, y mucho más cuando se trata de yoga. Es capaz de cambiar el estado de ánimo, de entristecernos o alegrarnos, así como de reducir la ansiedad y relajarnos.

Existen distintos tipos de géneros musicales utilizados:

  • Sonidos de la naturaleza: la secuencia de apertura de la mayoría de las clases suele ser meditativa. La naturaleza es la mejor banda sonora para la meditación.
  • Música instrumental: es bueno elegir piezas que generen un poco de energía. Música repetitiva en el tiempo que por momentos vaya subiendo lentamente en intensidad.
  • Mantras y cantos gregorianos: han sido utilizados durante siglos para inducir estados meditativos profundos. Las repeticiones suaves de sonidos sagrados pueden llevar tu mente a un estado de calma y reflexión.
  • La música clásica: sirve cuando se realiza el cierre de la sesión, la música clásica tiene el poder de calmar incluso las mentes más inquietas. Desde Mozart hasta Debussy, estos sonidos permiten invocar sentimientos y conexiones profundas en el yoga.

Te recomendamos 5 canciones que te pueden ayudar en tu práctica:

  1. ‘Nuages’ – Stanton.
  2. ‘Wind bells’ – Peter Davison.
  3. ‘Liquid silk’ – Marina Raye.
  4. ‘Purple lobby’ – Ludvig Freso.
  5. ‘Magnetism’ – Sonalis.

La próxima vez que despliegues tu esterilla o te sientes a meditar, asegúrate de tener la música adecuada para acompañarte en tu viaje hacia la paz interior. Encuentra lo que resuena contigo, cierra los ojos y déjate llevar por los sonidos que te ayudan a encontrar el equilibrio perfecto entre cuerpo y alma. Si quieres recomendaciones cualquier aspecto de la práctica del yoga, ya sea la música, el material, la ropa… puedes encontrar la respuesta en las clases de yoga, cuidándote los lunes a las cuatro de la tarde y los jueves a las 12 de la mañana.