La espalda es receptora de todas las tensiones, posturas mantenidas, cargas, preocupaciones… Es el eje central de nuestro cuerpo y es muy importante que la cuidemos como se merece. Por eso, ante la primera molestia que sintamos es importante que acudamos al especialista para que pueda frenar cualquier potencial lesión. Melania Casas, fisioterapeuta de Cuidándote: “Lo suyo es que en cuanto notemos una pequeña molestia vayamos a que nos vea el fisioterapeuta. Es un error pensar que se nos va a pasar solo y, además, cuanto más pequeño es el problema, más fácil es arreglarlo. Si lo dejamos pasar vamos cogiendo malas posturas para evitar ese dolor y terminan afectadas otras partes del cuerpo”
Para tener un cuidado continuado de la espalda podemos optar por practicar yoga o pilates, dos disciplinas que nos ayudarán a fortalecer los músculos, a trabajar la flexibilidad, a evitar malas posturas… Sus beneficios son muchos, pero cada de ellas nos va a ayudar en aspectos muy concretos.
El pilates desarrolla los músculos internos para lograr un equilibrio de todo el cuerpo a través de la estabilidad de la columna vertebral. Esto lo hace especialmente beneficioso tanto para fortalecer la cadena muscular de la espalda, como para reducir el estrés postural, mejorar el control y la consciencia del cuerpo.
Las asanas de yoga nos ayudan a alinear la columna, a corregir malas posturas, a fortalecer la musculatura de la espalda y a potenciar su flexibilidad. El yoga tiene, además, un componente mental, que va a ayudar a rebajar la tensión del cuerpo.
En resumen, las dos opciones pueden aportar mejoras reales en dolencias de espalda. Lo ideal sería practicar ambas técnicas y, por eso, ‘Cuidándote’ las pone a disposición de todos los trabajadores de Grupo Policlínica. ¿Has probado ya?