El pilates y la nutrición están intimamente ligados cuando se quiere tener un enfoque integral de la salud. Ambas disciplinas trabajan en conjunto para nutrir no solo el cuerpo, sino también la mente, creando un equilibrio que favorece un estilo de vida saludable y sostenible.

Mantener una dieta saludable y practicar pilates son dos conceptos que maridan a la perfección ya que es necesario comer de manera equilibrada cuando se realiza una modalidad como el pilates que busca tonificar y fortalecer la musculatura. Este propósito se consigue de manera más eficaz cuando viene acompañado de hábitos saludables, como es comer correctamente.

Una dieta equilibrada incluye consumir de todo en cantidades moderadas, eso sí, evitando en la medida de lo posible alimentos procesados, grasas saturadas, azúcar refinada y compuestos químicos.

Sinergias de la nutrición y el pilates

  1. Equilibrio postural y muscular: los ejercicios de pilates trabajan en la alineación y el equilibrio muscular, fortaleciendo los músculos centrales y mejorando la postura. Esta estabilidad corporal contribuye a una mayor eficiencia en la digestión y en la absorción de nutrientes.
  1. Conciencia corporal: practicar pilates fomenta la conciencia corporal, lo que significa estar atento a las sensaciones internas y externas del cuerpo. Este conocimiento puede extenderse a las elecciones nutricionales, ya que se vuelve más fácil identificar cómo diferentes alimentos afectan el cuerpo.
  1. Gestión del estrés: el pilates, al integrar la respiración consciente, ayuda a reducir el estrés. Un menor nivel de estrés está vinculado a hábitos alimenticios más saludables, ya que el estrés crónico a menudo conduce a elecciones de alimentos menos saludables.

Si vas a practicar pilates o cualquier otro deporte siempre es recomendable consultar con nuestra nutricionista, Sonia Torres, para conocer qué tipo de dieta es que la que nos va a ayudar a mejorar nuestro rendimiento.