“Hara hachi bu” es una expresión japonesa que significa “come hasta estar al 80% lleno”. Este es, precisamente, uno de los secretos de los habitantes de Okinawa para la longevidad. Pero además de no comer en exceso, lo que realmente hace la diferencia en ellos es cómo combinan sus alimentos y la manera en la que aprovechan los nutrientes.
Porque en Cuidándote deseamos que tengas una vida larga y plena, te contamos en qué consiste el “plato perfecto” para mantenernos sanos y llenos de energía.
¿Qué son los macronutrientes y por qué incluirlos en tu dieta?
Antes de meternos en la cocina, hagamos un repaso. Los macronutrientes son los grandes protagonistas de tu alimentación. Existen tres tipos: carbohidratos, proteínas y grasas. Cada uno tiene un papel clave en tu cuerpo: los carbohidratos son la principal fuente de energía; las proteínas por su parte, son los ladrillos que permiten la construcción y reparan los músculos; y las grasas, son esenciales para tu cerebro, hormonas y la absorción de vitaminas.
El truco está en equilibrarlos en cada comida para darle a tu cuerpo justo lo que necesita, ni más ni menos.
¿Y cómo se ve el plato perfecto?
Imagina tu plato como un círculo dividido en tres partes. Así es como debería verse:
- Mitad del plato – Verduras y hortalizas: llena esta sección con alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales. Espinacas, brócoli, zanahorias, calabacines, pimientos.
- Un cuarto del plato – Proteínas: aquí van las carnes magras como pollo o pavo, pescados como el salmón, huevos o fuentes vegetales como tofu, legumbres y quinoa.
- Un cuarto del plato – Carbohidratos saludables: olvídate de los refinados y apuesta por opciones integrales como arroz integral, patatas, boniato, avena o un pedazo de pan integral.
- Un toque de grasas saludables: añade un chorrito de aceite de oliva, unas rodajas de aguacate o un puñado de frutos secos. Recuerda que no necesitas mucho, ¡menos es más!
Te recomendamos planificar con antelación tus alimentos. Incluso, puedes cocinar varias raciones y guardarlas en la nevera. Sugerimos jugar con las texturas y sabores para no aburrirte. Por ejemplo, puedes agregar a tu ensalada frutos secos crujientes. Y no olvides que mientras más colores tenga tu plato, más nutrientes estarás consumiendo.
¡Ojo! Equilibrar los macronutrientes no significa ser rígido. Si un día comes más carbohidratos, no pasa nada; el objetivo es la constancia, no la perfección.
¿Listo para crear tu plato perfecto? Para obtener más consejos como estos, solicita una sesión con nuestra nutricionista Sonia Torres escribiendo a cuidandote@grupopoliclinica.es.